"El papel de la chica Bond ha cambiado: ahora está a la altura del mismísimo James Bond". Quien lo asegura es Marc Forster, director de

Quantum of Solace, la última entrega -es la número 22- de las aventuras del agente secreto más famoso del mundo.

Será la guapa Olga Kurylenko la que encarne a Camille, una hermosa mujer con un pasado no demasiado claro y muchas ganas de venganza. En la película, el personaje de Kurylenko

tiene mucho trabajo: pelea con villanos, conduce al límite y, entre otras cosas, tiene que tirarse en paracaídas.

La propia Kurylenko explica que nunca

"ha trabajado tan duro físicamente". Podemos verla preparando peleas y, desde la primera secuencia de acción de la cinta, tomando riesgos: se ve inmersa en una imposible persecución de lanchas.

"Hay escenas que parecen imposibles", explica Kurylenko,

"pero que al final terminas haciendo". La actriz reconoce que a veces tiene miedo, pero que las cosas terminan saliendo bien. Especialmente

orgulloso del trabajo de su compañera se muestra Daniel Craig, ya más acostumbrado a este tipo de retos en su segunda experiencia en la piel de James Bond.

"Olga está haciendo un trabajo fantástico", comenta el actor, quien ayuda a Kurylenko a superar el miedo que la infunden ciertos riesgos y, al acabar cada secuencia, la pregunta si se encuentra bien. En todo caso, la experiencia está haciendo crecer a Kurylenko, que reconoce estar

"muy orgullosa de mí misma".