Media hora después de abrir las puertas del local, sobre las 7.30 horas de hoy, dos hombres encapuchados apuntaron al propietario, de 68 años, con una escopeta de cañones recortados y le obligaron a entregarles el dinero que había en la caja registradora, tras lo que destrozaron las máquinas trapagerras para sacar la recaudación, según ha informado un cliente del local.

El dueño siguió a los atracadores y con un cuchillo pinchó una de las ruedas del coche que habían aparcado en la puerta del bar-restaurante para escapar, lo que no pudo impedir, según la fuente.

Agentes de la Guardia Civil se han desplazado hasta el establecimiento para intentar obtener huellas y pistas que permitan esclarecer este último robo, cuyo importe no ha sido aún cuantificado, aunque los once anteriores han ocasionado al propietario del establecimiento pérdidas que rondan los 60.000 euros.

Ni los vecinos ni el dueño del bar Remi se explican esta oleada de robos, ya que el pueblo, próximo a Granada, es "muy tranquilo" y el local "no está en una zona complicada, sino frente a un instituto", en la calle Candelaria, ha explicado dicha fuente.

Los dueños están "desesperados" por ser objeto preferente de los ladrones en Pulianas, donde ningún otro establecimiento ha sufrido de forma tan reiterada su acción.

De nada ha servido la contratación de distintas empresas de seguridad ni la instalación de cámaras en el bar, de apenas cien metros cuadrados, ya que ni siquiera se ha esclarecido uno de los robos.

El penúltimo se produjo en la madrugada de ayer, sobre las 6.00 horas, después de que unos cacos accedieran al local tras destrozar su persiana de hierro y se llevaran la caja registradora, alcohol, tabaco y jamones, entre otras cosas.