Aunque sólo deberían usarse para emergencias, cada vez son más los consumidores de la comunidad que tiran de la tarjeta de crédito arrastrados por la crisis. La desaceleración económica se está notando entre los consumidores, que ya usan un 20% más el dinero de plástico y no sólo para las grandes compras, según la Asociación deUsuarios de Bancos y Cajas (Adicae).

Mientras que el año pasado los madrileños se gastaron diez mil millones de euros en compras hechas con tarjeta de crédito, para este año se prevé que «el importe de las transacciones hechas con la Visa y otras trajetas suban hasta los doce mil millones en la comunidad», según Fernando Herrero, vicepresidente de Adicae.

Este aumento se refleja no sólo en las operaciones hechas con tarjeta, sino en el número de cédulas expedidas. Actualmente hay contratadas en la comunidad seis millones de unidades (muchos ciudadanos tienen dos o más tarjetas). Esto supone un 15% más que en mayo de 2007, cuando había 5.200.000 tarjetas de crédito.

No sólo para electrodomésticos

Las dificultades económicas del momento provocan que «muchas familias ya no sólo compren electrodomésticos, sino que usen la tarjeta para hacer la cesta de la compra semanal o incluso para pagar otros créditos, como es la hipoteca», alerta Herrero.

El perfil del usuario de este tipo de tarjeta es tanto el de un hombre o una mujer entre los 30 y 40 años y con titulación universitaria. Pese a este repunte, desde Adicae aconsejan controlar su uso, porque «multiplica los costes por los intereses y se puede perder la noción del gasto real al pagar con plástico».