Una nueva asociación (formada por estudiantes universitarios, según su blog) «que se postula claramente en contra de la inmigración masiva y hace apología de un exacerbado patriotismo español», según la Plataforma Antifascista de Alicante, ha nacido en Alicante.

Se hace llamar Asociación AlfonsoX, «y es una escisión ultra de Democracia Nacional», denuncian las mismas fuentes. De hecho, en las pasadas elecciones pidieron el voto para ese partido.

Los carteles y pegatinas de «Stop inmigración» vinculadas a este colectivo decoran varias fachadas, pancartas y semáforos del centro de la ciudad, aunque algunos ya se han retirado.

A los grupos de ultraderecha que defienden estos postulados se les vincula, en ocasiones, «con agresiones a otros colectivos», según añaden desde la ONG Movimiento contra la Intolerancia, quienes aseguran que en 2007 se dieron en la provincia hasta siete agresiones de grupos violentos, «la mayoría de neonazis», como, por ejemplo, de arma blanca en la calle San Francisco, plaza América o en las discotecas del Puerto.

Según Acció Antifeixista, la mayoría de radicales alicantinos «se refugian en el anonimato de Internet y en las aficiones de fútbol».

Testimonio

S. Torres

Miembro de Els Verds

«Amenazaron con pegarme una paliza»

«Caminaba junto a unos amigos por Pérez Galdós después de pegar carteles de TV3 a favor de la libertad de expresión cuando se nos cruzaron tres jóvenes que empezaron a insultarnos, nos tiraron un pozal y nos amenazaron con pegarnos una paliza. Creo que eran de la Asociación Alfonso X, porque arrancaron nuestros carteles y pusieron los suyos, que reivindican la xenofobia».

Diez skins apalean a cuatro punkies

Algunas tribus urbanas de Alicante parecen haber entrado en conflicto. El pasado fin de semana diez cabezas rapadas atacaron con botellas y ladrillos a cuatro punkies en el Casco Antiguo, según relatan las víctimas, uno de ellos menor de edad. Precisaron de atención médica.

«Fueron cinco minutos de angustia», recuerda una de las víctimas;«nos pegaron con botellas de cerveza en el rostro y en la cabeza, patadas y puñetazos; luego huyeron en coches», explica.

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