Hay ladrones que no aprenden. A. P. L., de 39 años, ha sido detenido dos veces en 46 días por robar en dos domicilios, tras entrar por la ventana. Se da la circunstancia añadida que el acusado disfruta del Tercer Grado y sólo acude a la prisión a dormir.

La última fechoría la cometió el pasado 29 de abril en la calle Santiago. La joven que habitaba la casa se despertó por la noche porque escuchó ruidos extraños que procedían del salón. El susto no fue pequeño, en la ventana de la habitación había hombre con medio cuerpo dentro de la casa. La víctima tuvo suerte porque se puso a gritar y el ladrón, asustado, huyó.

La Policía, sin embargo, ha logrado detener al presunto culpable gracias a la descripción de la chica y a la forma de actuar del delincuente. Se da la circunstancia de que esta misma persona es la que entró el 13 de marzo por la ventana de otro edificio en la calle Conde de las Infantas, aunque esta vez sí tuvo suerte y pudo llevarse varios objetos de valor.

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