Tres de los detenidos -Ramón M.H., de 38 años; Luis O.S., de 34, y Juan P.T., de 59- han sido puestos a disposición judicial esta mañana, y el cuarto arrestado, Bartolomé R.T., de 57 años, ha sido puesto en libertad con cargos, después de ser interrogados durante todo el fin de semana.

Este último, tornero de profesión, ejercía como maestro armero, pues se encargaba de limpiar diferentes piezas de las armas intervenidas, soldar los cañones y prepararlas para producir fuego real. Entre los arrestados figura también el dueño de la tienda, ubicada en una céntrica calle de la capital balear, Juan P.T., que era receptor de las armas.

Las piezas decomisadas, muchas de ellas antiguas y originales, eran reparadas y manipuladas para su uso como armas de fuego, si bien se desconoce aún la procedencia y se sospecha que su destino sería venderlas en el mercado negro, según ha informado hoy en rueda de prensa el delegado del Gobierno en Baleares, Ramón Socías.

La investigación, desarrollada por el Grupo de Atracos de la Jefatura de la Policía Nacional en Baleares, todavía sigue abierta a la espera de localizar nuevas armas y determinar la procedencia de las mismas. Además, no se descartan nuevas detenciones.

Arsenal de armas

El arsenal estaba compuesto por 26 pistolas, quince subfusiles, doce fusiles, dieciséis revólveres, un lanzavengalas, tres ametralladoras, tres escopetas, seis armas de avancarga, dos rifles, catorce cañones de armas cortas y largas, cuatro silenciadores, setenta cargadores, 25 kits de recarga de munición, 37 botes de pólvora y 340 kilos de munición de diferentes marcas y calibres.

Entre las armas intervenidas figuran algunos ejemplares "únicos" como una metralleta Thompson original de los años 30, que utilizaban los gángsters; un AK-47 ruso, una Stein de la II Guerra Mundial o una de origen checo que utilizaban los GRAPO, también hay imitaciones y piezas modernas.

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