Detrás de cada tragedia hay historias conmovedoras, como la que protagoniza
Yiang, una
agente de policía china que
salvó a un bebé de tres meses del terremoto que sacudió la provincia de Sichuán.
Yiang, que también es madre de un bebé, descubrió que los padres del pequeño estaban desaparecidos.
Decidió amamantarlo, y ahora se dedica a recorrer los refugios de la zona para alimentar a los pequeños que han quedado
huérfanos o cuyas
madres están demasiado débiles como para parles de mamar.
Según los
últimos datos confirmados por el Gobierno chino,
los muertos tras el seísmo son ya 51.151, y aún hay más de
30.000 personas desaparecidas. También hoy se ha sabido que la zona más afectada por el terremoto
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