Yves Rossy, que actualmente pilota un A319 de Suiss Airlines, diseñó y construyó él mismo un ala desplegable con una envergadura de 2,5 metros, a la cual colocó cuatro turbinas para propulsarle de forma horizontal a una velocidad de entre 120 y 300 kilómetros por hora.
El ala, de carbono y con un peso de 55 kilos con la carga de queroseno para diez minutos incluida, se ata a la espalda de 'FusionMan'. Rossy se lanza desde un avión y aterriza utilizando un paracaídas.
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