Antes no le iba esto de las entrevistas, ¿no?

Yo estaba muy colgado. Me costó tres años acabar mi primer disco (Voz en off); no encontré ayuda por ningún lado, no tenía contactos y sólo hice cuatro cosas. Ahora estoy pudiendo acceder a los medios con este disco, que es más extrovertido. Realmente sí me gustan las entrevistas, porque me gusta comunicarme y decir lo que siento.

¿Cómo está yendo el disco?

Bien, yo estoy contento. A ver si la gente me va conociendo poco a poco y se vaya acercando a mi música y se nutra con este trabajo de autor. Yo no tengo ninguna presión ni tengo que hacer un disco de una forma u otra. Yo me lo hago todo, decido todo y luego intervienen otros aspectos. Es una carrera de fondo porque, además, pienso que debe serlo.

¿Por qué un vinilo para diseñar su último trabajo, La calle del mundo?

Es que a mí me gusta mucho el punto retro. Se me ve el plumero (risas).

Hace música, pinta, escribe poesía... ¿se considera un apasionado del arte?

Digamos que me doy mucha cancha a mí mismo. Creo que todos deberíamos dar un poco más de rienda suelta a la creatividad. Hay gente que no dibuja porque lo hace mal. Da igual dibujar bien o mal; si te apetece dibujar, dibuja. Yo, en ese sentido, soy muy atrevido. Vamos, que proyecto que se me pasa por la cabeza y que creo que es viable, lo pongo en práctica. He hecho exposiciones de pintura, de ilustración, de fotografía, hago poemarios que dejo en mi web para que el que quiera se los descargue gratis...

¿Cómo se define como músico?

Me considero un músico instintivo. No soy un gran experto y mis conocimientos armónicos, de hecho, son básicos; pero luego yo vuelo. Por otro lado, las letras para mí son muy importantes.

Toca muchos palos (rock, pop, country...), ¿con qué estilo de música se identificas más?

Lo que más me seduce es la música de autor. Me encuentro muy a gusto haciendo pop-rock-folk. Tiendo a empatizar con la música que escucho en un momento determinado.

¿Por qué se disolvieron Los Talismanes? (su primer grupo)

Era un proyecto de Joaquín Talismán. Necesitaba un cantante y ahí estuve yo. Duró unos tres años, y cada uno siguió por su lado. Ahí me di cuenta de que no quería formar parte de una banda sino ir a mi rollo, a pesar de que siempre nos llevamos muy bien.

¿Le suelen preguntar mucho por su familia?

Sí (risas). Todos los que lo saben...

¿Qué ha pasado en su familia para que hayan salido tantos músicos?

Sinceramente, no lo sé. Mi madre, de jovencita, quería ser artista. Mis padres cantan muy bien, son muy musicales. Mi hermano fue el que abrió la caja de pandora. Luego, mi hermana, que siempre había cantado de pequeñita, pues también salió adelante. Es una persona muy creativa y sensible. Y luego yo, que me llevo once años con mi hermana y quince con mi hermano.

¿Por qué el cambio de apellido?

Es que Manuel Giménez suena a matador de toros (risas). Además, no quería que me relacionaran con mis hermanos, a pesar de que sean una gran referencia. Me gustó la palabra veleta y me quedé con ese ‘apellido'.

Ha colaborado con Presuntos Implicados, ¿seguirá haciéndolo ahora que se han separado?

Yo estoy colaborando con mi hermana, pero no lo voy a hacer más con Presuntos porque para mí ese grupo ha desaparecido. Como fan no tengo una visión positiva de que sigan con otra cantante, y tampoco como familia. Yo creo que tendrían que haber tenido un poquito más de dignidad, pensar menos en los duros y dedicarse a hacer otras cosas. Es que Presuntos no es Olé Olé, son 23 años. Me parece un poco triste y, aunque tienen toda la libertad para hacer lo que quieran, conmigo que no cuenten. Estamos hablando de proyectos artísticos... esto no es una fábrica de huevos. En el caso de Presuntos, se había perdido mucho y mi hermana ha hecho lo mejor que podía hacer, saltar del barco. El hecho de que ellos decidan seguir con la banda no es más que una continuación de esa especie de desidia burguesa que algunos músicos de cuarenta y tantos años, con éxito, deciden tener. Parece que ya no pueden proponer nada nuevo, simplemente están ahí alimentando una boca mellada. Pero, vamos, tienen toda la libertad del mundo para hacerlo.

Si tuviera que recomendar una de sus canciones para alguien que aún no le haya escuchado, ¿cuál sería?

Pues yo diría Ana o Noche en tu espalda.

¿Un músico debe ser comprometido?

Creo que los artistas tenemos un compromiso con nosotros mismos y también con la sociedad. Yo no quiero sólo transmitir jovialidad, también contenido. Intento ser sincero conmigo mismo y llenar de sentido cosas que están aparentemente vacías. Creo que sí, debe ser así, tiene que haber un compromiso.