Concretamente se han registrado pérdidas de 35,3 millones de dólares, frente a los 68 millones de beneficios que obtuvieron en el pasado ciclo.
"En el curso fiscal 2008 no hemos logrado cumplir nuestros objetivos y obtener los beneficios marcados, por lo que plantearemos posturas más agresivas para cumplir los retos en el curso 2009", explicó Brian Farrell, máximo responsable de la compañía.
Farrel culpa de estas pérdidas a títulos como Juiced o Stuntman: Ignition, que no han alcanzado el éxito que se esperaba.
De momento, entre las soluciones que se barajan, THQ está considerando la posibilidad de despedir hasta 200 empleados de los estudios dedicados a las plataformas más antiguas, como la PS2 por ejemplo.
Otras ideas más constructivas son el esfuerzo por desarrollar juegos más competitivos, fichar nuevos directivos para potenciar los productos de nueva generación y una supervisión más exahustiva de todos los lanzamientos.
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