"Las universidades estamos a pocas semanas de una crisis total, de una suspensión de pagos total por falta de liquidez". Así de rotundo se mostró este martes Francisco Toledo, rector de la Universidad Jaume I de Castellón y presidente de la asociación de rectores de las universidades públicas valencianas.
La celebración de la Junta General de Accionistas de Universia (la mayor red universitaria con 1.077 instituciones) en el paraninfo de la Universitat de València sirvió así para destapar la grave situación financiera de las universidades valencianas.
El principal problema que les ha llevado a esta situación es la deuda de la Generalitat con las instituciones que asciende a 891 millones de euros. Los rectores llevan meses negociando con la conselleria de Educación una fórmula de financiación aceptable para ambas partes, pero el retraso en el acuerdo ha puesto contra las cuerdas a las universidades, que están teniendo problemas para afrontar pagos corrientes a proveedores por falta de liquidez.
Así, el rector de la Universitat de València, Francisco Tomás, aseguró que la situación de su institución es "verdaderamente preocupante".
La última oferta de la Generalitat ha consistido en hacer un pago fraccionado de la deuda hasta el año 2023, pero el rector de la Universidad de Castellón exigió garantías de liquidez a corto plazo y asegurar los recursos de futuro.
Pese a todo, desde la conselleria de Educación se han mostrado optimistas y han asegurado que el acuerdo está a punto de cerrarse de forma satisfactoria.
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