Más de un millar de personas, entre vecinos, familiares y autoridades, despidieron este lunes en Ribadeo (Lugo) al ex presidente del Gobierno Leopoldo Calvo-Sotelo, que fue enterrado en el cementerio municipal de la localidad en el panteón familiar tras una misa funeral.
Horas antes, cientos de personas desfilaron por la capilla ardiente que se instaló en el Ayuntamiento para rendirle un último homenaje, a donde entró entre aplausos y acordes de Mozart.
También acudieron numerosas autoridades políticas y militares y unos 40 familiares, entre los que estaban su viuda, Pilar, sus hijos, sus nietos y su sobrina la ministra de Educación, Mercedes Cabrera. Los acompañaban numerosos simpatizantes y amigos que aplaudieron la salida del féretro del Ayuntamiento, desde donde fue trasladado a hombros a la iglesia parroquial de Santa María do Campo.
Una vez allí, el tema Negra sombra, basado en un poema de Rosalía de Castro, fue interpretado al órgano para honrar la llegada de los restos mortales del ex presidente, a quien el obispo de Mondoñedo-Ferrol, Manuel Sánchez Monge, colocó como "un ejemplo" en la lucha por lograr "condiciones de vida dignas para todos".
Enterrado con sus padres
En su homilía en la misa funeral, el obispo destacó que Calvo Sotelo "propició la reconciliación y el diálogo entre unos y otros", además de trabajar "para que se llegara a pactos que mejoraran la convivencia de todos".
Una vez finalizada la misa, la comitiva fúnebre se dirigió al cementerio parroquial, a más de un kilómetro de distancia, seguida a pie por una procesión de vecinos, familiares y amigos que acompañó al ex presidente hasta el lugar del sepelio, donde ya descansa para siempre y donde están también enterrados sus padres.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios