El edificio más emblemático de la Expo ha sido encargado a la prestigiosa arquitecta británico-iraquí Zaha Hadid, ganadora de varios premios internacionales, que ha ideado un pabellón puente de disposición oblicua sobre el cauce del Ebro. Tras la Expo se transformará en un museo que podría estar relacionado con nuevas tecnologías y las ciencias del agua.

El puente habitado

Los plazos de ejecución: Están ajustados: las obras durarán más de dos años. Por ahora sólo se ha seleccionado el anteproyecto ganador. Costará 25 millones.

La estructura: El puente, de varias direcciones, tendrá unos 270 metros de longitud y diferentes anchuras. En total hay 7.000 m2 de zona de exposición. La estructura será metálica y de hormigón. La cubierta, que se construirá con cristal de plástico, tendrá forma de escamas. Tendrá un microclima natural interior para evitar las molestias del sol y del cierzo.

Afección visual: El objetivo es que esta construcción no anule las visuales del puente del Tercer Milenio, que estará justo al lado.

Acceso: Durante la Expo podría usarse sólo para acceder al recinto (sin permitir la salida) para evitar que se colapse.