Los colegios coruñeses reciben cada mes a una media de 41 alumnos que llegan a las aulas fuera de plazo. Según estimaciones de la Consellería de Educación, este curso terminará con cerca de 400 estudiantes de manera "extraoficial" en los pupitres.

Estas incorporaciones en mitad de curso se explican en gran medida, según la Xunta, por la inmigración o cuestiones laborales. Así, la mayoría son hijos de padres extranjeros que vienen a la ciudad para trabajar, o bien pertenecen a una familia española que se instala en A Coruña porque uno de sus padres ha sido trasladado en su trabajo.

En cualquier caso, estas matriculaciones fuera de plazo no son una opción al alcance de los estudiantes coruñeses: desde la entrada en vigor de un decerto de la Xunta (el pasado año), los traslados en mitad de curso están prohibidos para alumnos nacidos en el municipio.

Con ello, Educación evita cualquier maniobra sospechosa de los padres, que podrían matricular así a sus hijos en un centro en el que no hubieran sido admitidos.

Antes de la entrada en vigor de la norma, ésta era una de las tácticas más empleadas por la familia d eun niño que no reunía los puntos necesarios para estudiar en un determinado centro.

Una cifra constante

Estas cifras de alumnos escolarizados fuera de plazo no han sufrido cambios en los últimos años, según confirma la Consellería de Educación. Aunque todavía están lejos de grandes ciudades (con mayor número de inmigrantes, también) como Zaragoza, donde se producen 90 altas por semana.

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