Los traficantes preparaban la droga en maletas y la metían en el avión, unas veces facturada y otras sin poner ni nombre ni destino. Asimismo, informaban del envío y les facilitaban los datos que les sirvieran para identificar con facilidad la maleta. Una vez localizada, los trabajadores encargados de recogerla la desviaban del tránsito habitual de equipajes y la trataban como extraviada.

El envío se sacaba del aeropuerto bien como maleta que iba a ser devuelta a su propietario, bien en mano de los empleados, en mochilas como las que habitualmente utilizan para llevar la comida, ropa, etc. En su detención les encontraron 17.235 gramos de cocaína.

Descargaban maletas de los aviones

Tras la investigación, el Grupo de Estupefacientes del aeropuerto de Barajas pudo confirmar sus sospechas, y con casi la certeza de que había llegado un nuevo envío de drogas, decidieron detener a los sospechosos a principios de la semana pasada.

Se trata de Clara A.R., madrileña de 31 años; Luis Ismael C.M., gaditano de 27; Luis Pablo S., argentino de 33; Julián Yasid G.L., de 26; Jimmy Darío M.B., de 30; Alejandra María Z.O., de 30; María Clemencia L.R., de 39; John Jairo V.F., de 38, colombiano al igual que los tres anteriores, y Sergio Stalin M.M., ecuatoriano. Los tres primeros son empleados de aeropuerto, dedicados al tratamiento de equipajes en pista, que se ocupan de cargar y descargar los aviones.

Julián Yasid G. es empleado de una contrata, que se ocupa de devolver a sus propietarios los equipajes perdidos cuando aparecen; poseía una tarjeta que le daba libertad para moverse por zonas de control de Aena. El resto no tiene relación con el aeropuerto y eran quienes recogían la droga. Ninguno de los 9 había estado detenido con anterioridad.