Una investigación realizada por la Universidad de Michigan en Estados Unidos desvela que las discusiones en el ámbito del trabajo provocan más alteraciones en el sueño de las personas que las jornadas largas, los turnos nocturnos o la inseguridad laboral.

Se trata del primer estudio que analiza el vinculo entre el trabajo y la calidad del sueño en trabajadores que tienen planificaciones laborales y de sueño poco usuales. Para ello, se analizaron encuestas a cerca de 2.3000 adultos estadounidenses que controlaron a los mismos empleados durante una década. Este este periodo de tiempo, la mitad de estas personas dijeron tener problemas de sueño.

De esta forma, se pudo comprobar que aquellos que se se sentían disgustados o irritados en el trabajo de forma cotidiana o bien tenían conflictos personales con sus jefes o compañeros, eran 1,7 veces más propensos a desarrollar problemas de sueño.

Según explica Sarah Burgard, autora principal del estudio, "para muchos trabajadores, el estrés psicológico ha reemplazado los riesgos físicos" y hace que sea más difícil el sueño.