La Consejería municipal de Cultura ha ordenado cerrar los huecos y ventanas del edificio del Teatro Principal y tomar las medidas necesarias para que las palomas dejen de anidar y reposar en el edificio.
El Servicio de Conservación de Equipamientos Administrativos, Sociales y Culturales realizó una inspección y comprobó que en el edificio habitan muchas palomas cuyos excrementos afean y corroen cornisas y techos. En otras ocasiones, las medidas tomadas han sido cadenas de pinchos.
Los expertos recomiendan que en Zaragoza no debería haber más de 5.000 palomas y en estos momentos, el Instituto Municipal de Salud Pública calcula que hay alrededor de 10.000, por lo que aún sobran la mitad. En 2004 se puso en marcha un plan para reducir la población de palomas y se sacrifica una media de 6.000 aves al año.
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