Lucas Masciano: "Sigo pensando que esto no termina aquí; voy a por más"

  • "No tengo el rollo de cantautor de Silvio Rodríguez".
  • "Uno tiene que hacer cosas y creérselas, pensar que es posible".
  • "Le cogí el coche a mi padre y casi me mato".
  • "Muchos de los que conocí en la calle siguen todavía en el mismo sitio donde yo estaba cuando llegué a Barcelona".
Lucas Masciano, en una foto promocional.
Lucas Masciano, en una foto promocional.
SONY BMG
Lucas Masciano, en una foto promocional.

Charlar un rato con Lucas Masciano es suficiente para darse cuenta de que realmente le entusiasma lo que hace. No le hace falta vender ninguna moto; todo lo que ha conseguido hasta el momento ha sido fruto de su trabajo. Ha tenido suerte, sí, pero no de la que llega por ciencia infusa, sino de la que se consigue a través de la perseveranciapor alcanzar unas metas.

Así, Masciano ha pasado de tocar en la calle a grabar en un estudio junto a algunos de sus referentes como Pancho Varona o José Romero -lo hizo en Patas Arriba, su anterior disco-. Ahora, este argentino que no cree aún haber tocado techo, saca a la venta su tercer disco en España, Todo Bien.

Todo Bien, su tercer disco en España, resume un poco su estado actual, ¿no? Vamos, que le va bien...

Yo pienso que sí. Es un disco muy positivo y estoy preparado para atraer cosas buenas este año para mí y para mi música.

¿Le ha llamado ya Calamaro para agradecerte la canción de Si ya lo dijo Andrés?

Todavía no (risas).

¿Le conoce personalmente?

No, la verdad es que no. Pero supongo que ya la habrá oído porque creo que se la han pasado. Es una canción bonita y, bueno, un detalle.

Dice en una canción que para usted ya se acabó el rock and roll, ¿se considera ahora un cantautor?

(risas) Realmente no. Canto lo que yo escribo, eso sí, pero no tengo el rollo de cantautor de Silvio Rodríguez, no sé si me entiendes.

Perfectamente...

Y que el rock and roll se ha acabado lo dije en un momento determinado de mi vida porque necesitaba un cambio.

Su carrera es como un cuento de hadas: ha pasado por muchas etapas, ha luchado para salir adelante en la música y al final le ha salido ‘todo bien', nunca mejor dicho...

Sí, la verdad es que analizándolo en el tiempo, de las coincidencias que se han dado en mi vida desde que toco han sido como para escribir un libro. Y todavía no ha terminado. Yo sé que seguirán pasando cosas. De hecho, siguen pasando y voy siempre subiendo. Es una historia que no ha sido fácil, pero a la vez ha sido bonita.

¿Se considera un afortunado?

Yo creo que sí. De la forma como se están dando las cosas es digno de estar agradecido.

Pero, sabía que tarde o temprano le llegaría su oportunidad...

Sí, yo le dedico mucho sentimiento a esto. Yo creo que cuando uno se lo cree y hace las cosas con cariño tiene que salir bien, porque lo proyectas. Yo lo he hecho de corazón y que ahora las cosas me vayan yendo mejor no me lo tomo como que ha sido suerte, sino como algo que tenía que suceder.

Se habrá encontrado con mucha gente como usted en el metro, en la calle... ¿el secreto está en insistir y en trabajar?

No hay reglas para hacer las cosas, pero sí hay una forma para ir progresando

Uno tiene que hacer cosas y creérselas, pensar que es posible. Yo siempre tuve claro que iba a seguir subiendo en la música, y de hecho voy viendo disco a disco, año a año, cómo me voy acercando a la gente y a las circunstancias indicadas. Así, poco a poco, todo va funcionando. No hay reglas para hacer las cosas, pero sí hay una forma para ir progresando. Eso sí, hay que sentirlo de verdad. Una cosa es decirlo de boca para fuera, pero las cosas funcionan cuando realmente hay un sentimiento genuino.

¿Su historia en la música puede decirse que comenzó cuando su profesor de guitarra se suicidó?

En principio sí. Ahí comencé a tocar. Tuve una historia con este hombre muy fuerte. Estábamos muy comprometidos y él confiaba mucho en mí. Yo era un niño de nueve años y tenía en él confianza ciega, le quería muchísimo. Cuando pasó esto dejé un tiempo la música. Luego volví a tocar, a formar bandas de punk y de todo. Luego pasaron muchas cosas: saqué un disco independiente que se vendió muy bien, venía mucha gente a los conciertos, pero, aún así, no sonaba en la radio... Luego saqué otro, firmé con una compañía independiente, y más tarde decidí venirme a España.

¿Cómo pasa de hacer punk, hardcore o thrash metal a ser más tarde un cantautor romántico?

Se me fue la olla, sí, (risas). Lo que tenía claro es que no iba a dejar la música, pero no en qué genero. Yo iba haciendo y las cosas que me iban pasando me iban transformando.

¿Fue clave el accidente que tuvo en el 95?

Sí, fue con el coche de mi padre. Se lo cogí, casi me mato yo y a todos los que iban conmigo. Mi padre me quiso echar de casa y yo cambié en la música. Empecé a ser un tipo bueno de repente, pero seguía tocando.

Y compone Al Diablo con Todo antes de irse a Barcelona...

Sí, una semana antes de irme. Y esa canción fue la que empezó a darme de comer desde el segundo día de llegar a Barcelona.

Con esa canción quería dar un golpe de efecto a su vida y lo consiguió, ¿no?

Empecé a vender maquetas y me fichó una compañía al año de haber llegado a España

Sí, fue llegar y todo el mundo comenzó a pedírmela en los conciertos, en la calle, en todas partes. Empecé a vender maquetas y me fichó una compañía al año de haber llegado a España por esa canción, que además fue el sencillo de un disco con el que hicimos gira. Vamos, de ese tema surge mi primer trabajo discográfico en España.

Conoció a mucha gente tocando en el metro, en la calle, en la casa okupa... ¿sigue manteniendo alguna relación con ellos?

Con muchos de ellos sí, siguen siendo mis amigos. Con otros, como es lógico, se va perdiendo el contacto. Conocí a mucha gente y guardo muy buen recuerdo de aquella época. Muchos siguen en el mismo sitio donde yo estaba cuando llegué. Fue un año de mi vida y lo viví muy intensamente. Aprendí muchísimo.

Y un día ve a David Otero, del Canto del Loco, en la tele y luego se lo encuentra en la calle... ¿cómo fue eso?

El Canto del Loco es un ejemplo de cómo llevar una banda de rock

Estaba viendo la tele con Pepe (bajista), mi compañero de vida, podría decirse. De repente aparece un vídeo del Canto del Loco en la tele y nos gustó, nos llamó la atención. Me quedé con la cara de David (el guitarrista), y cuando salimos a tocar por la tarde veo que me está mirando el mismo tío que había visto en la tele ese día (risas). Así que termino la canción y le digo, ¿tú tienes una banda de rock?... estuvimos charlando y de ahí surgió una amistad. Hemos hecho muchas cosas juntos y siempre ha estado como a la sombra de mi proyecto, apoyándome, dándome consejo, pasándome teléfonos... me ha ayudado mucho hasta este momento, que es el productor de mi disco cinco años más tarde.

Y en su segundo disco, Patas Arriba, graba con Pancho Varona, José Romero... vaya cambio, ¿no?

Ese fue un sueño para mí porque yo tenía como referente a toda esta gente desde que era muy pequeño. Mi profesor de guitarra me enseñaba las canciones que había hecho Pancho con Joaquín y yo tenía profunda admiración por ellos. Jamás pensé que pudiera conocerles. Es que es como una película de ficción. Fue una experiencia increíble y hoy soy amigo de Pancho. Ha sido otro regalo que me ha dado la vida, por decirlo de alguna manera.

¿Qué son para Lucas Masciano, ahora, los miembros de El Canto del Loco?

La vida, en realidad, es verdad que es una caja de sorpresas

Más allá del tema discográfico, son amigos. David es para mí como un hermano. A Dani le estoy conociendo ahora bastante, y es una gran persona. También Chema y Jandro. Les va como les va porque son un ejemplo de cómo llevar una banda de rock.

Su vida está llena de giros, ¿intuye ya cuál será el próximo?

Con las cosas que me han pasado, me espero cualquier cosa. La vida, en realidad, es verdad que es una caja de sorpresas. Sigo pensando que esto no termina aquí y yo voy a por más. Creo que en algún momento estaré donde soñé que quería estar. Hay que disfrutarlo y seguir haciendo las cosas bien.

¿Ahí está clave? ¿en pensar que nada ha terminado todavía?

Probablemente. Yo creo que el día que ya no tienes expectativas, cuando ya te das por satisfecho, es cuando realmente tú estás terminándolo todo.

Lo que deja claro en la canción Bob Chao es que prefiere ser "un maldito desconocido y vivir contento a ser una gran estrella y una leyenda después de muerto"...

(Risas). Uno cuando escribe dice tantas cosas...

¿Va mucho a Chivilcoy (Su ciudad natal)?

Voy una vez al año. Estuve hace un mes y la verdad es que es como encontrarte contigo mismo diez años atrás. Te ven como hace diez años, pero han pasado tantas cosas desde entonces...

¿Dónde se ve en el futuro?

Me veo, en principio, entre Argentina y España. Tengo mucha ilusión con que las cosas aquí vayan tan bien que se puedan transmitir allá y poder sacar en el futuro discos en Argentina.

BIO: Nació en Chivilcoy (Argentina) un 18 de noviembre de 1977. Empezó a tocar la guitarra a los ocho años con su profesor, Marcelo Mauro. Más tarde éste se suicidó. Lucas estuvo en varias bandas de rock, punk y metal, hasta que un grave accidente de coche le hizo cambiar. Editó varios discos independientes en Argentina y luego se fue a España tras componer lo que luego se convertiría en su mayor éxito hasta la fecha, Al diablo con Todo. En Barcelona vivió como okupa, tocó en el metro, en la calle... allí conoció a David Otero (ECDL) y ya va por su tercer disco en España, Todo Bien. En breve se embarcará en una gira por todo el país con El Canto del Loco.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento