La empresa aseguradora Mapfre ha encontrado una fórmula para que los conductores más jóvenes que se cuentan entre sus clientes paguen en función del uso que hagan de su vehículo, según recoge el diario El País.
Para ello, la empresa instala un equipo de tecnología satélite -GPS- en los vehículos de los jóvenes que así lo decidan voluntariamente. El equipo incluye un sistema de asistencia automática en caso de accidente y permite localizar con mayor facilidad los vehículos robados. Pero la principal utilidad de este mecanismo es otra: espiar al conductor, revelar si éste sobrepasa los límites de velocidad establecidos en las carreteras y conocer el tipo de vías que utiliza y los kilímetros que recorre.
De esta forma, Mapfre no solo tiene bien controlados a sus clientes más inexpertos: además puede recabar datos fiables sobre los hábitos de los conductores y reducir, en consecuencia, el número de accidentes.
El buen comportamiento en la carretera, así como usar menos el vehículo o no aventurarse por carreteras secundarias de noche y, sobre todo, en fin de semana -periodo en el que las posibilidades de tener un accidente se disparan- es premiado por la compañía con reducciones de entre un 20% y un 60% en la cuota anual.
Hasta ahora, un conductor de 18 años podía llegar a pagar hasta cuatro o cinco veces la prima de seguro que pagaría un conductor de 40 años de edad.
Según la compañía, el GPS espía ya a 10.000 jóvenes en España.
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