Juan Pedro Baños espera recuperar una vida lo más normal posible gracias al riñón que recibirá de Gregoria Ruiz. Una doble operación mañana en Hospital Clínic de Barcelona pondrá fin a una historia de tres años repleta de emociones y pruebas de todo tipo. Antes ni se conocían. Hoy se consideran «como hermanos». Sus riñones son compatibles al 100%.
No me lo pensé. Llamé y me ofrecí
Nacido hace 44 años en la localidad de El Llano de Beal (Murcia), Juan Pedro decidió contar su caso en un programa de unaradio autonómica. La muerte de un conocido que seguía tratamiento de diálisis le convenció e impulsó a ello.
Escuchándole estaba Gregoria,
vecina de Torrellano (Alicante) de 60 años, trabajadora de un geriátrico y miembro de la Asociación de Trasplantados. «No me lo pensé. Llamé y me ofrecí», explica, sin reparar en que no sabía quién era. «Es triste que alguien muera porque falte un órgano», afirma.
Es triste que alguien muera porque falte un órgano
Su marido y sus hijos la apoyaron desde el principio. Le ayudó tener un hijo coordinador de órganos en el Hospital de Torrevieja, «que estará en la operación». El receptor lleva más de seis años en tratamiento de diálisis. Antes ya había recibido un riñón de su madre. Ambos ya han firmado ante el juez quela donación es «gratuita».
«Emocionado y agradecido», Juan Pedro espera que la operación le permita «ver el futuro de frente», acompañado de sus tres hijos. Ahora mismo hay 4.188 españoles esperando un trasplante de riñón, el órgano con más pacientes en lista.
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