El Centre de Fauna de Vallcalent ha mostrado este martes un ejemplar de quebrantahuesos que se recuperó de un nido situado al prepirineu leridano. Este ejemplar, que ya hace unos dos meses que se está criando en cautividad, pesa unos cuatro kilos y por las características alargadas de su cabeza se deduce que probablemente será un macho.

Los padres matan al primer pollo y después cuidan del segundoEn este sentido, según ha explicado el responsable de la Unidad de Cría del centro, Àlex Llopis "se tiene la voluntad que este pollo se quede en el centro a fin de que en un futuro críe en cautividad dado que genéticamente es muy valioso". De esta manera, sus descendientes sí que se podrán entregar a la naturaleza y conservar las características de sus progenitores.

Según Àlex Llopis, "este ejemplar de quebrantahuesos se rescató de un nido del prepirineu leridano ya que la naturaleza de estos animales hace que siempre nazcan dos pollos de quebrantahuesos y los padres matan el primero y después se cuidan del segundo". Los técnicos decidieron probar un experimento que consistió en sacar la segunda cría del nido y dejar en que los progenitores se hicieran cargo del primero, es decir, de lo que en teoría habría sido matado por los mismos padres.

Llopis ha valorado muy positivamente este rescate ya que "es muy complicado el acceso al nido así como calcular cuando tiene que tener lugar exactamente el rescate ya que influyen una serie de condicionantes como la climatología o que no haya molestias externas". En este caso, la operación fue todo un éxito después de intentarlo en reiteradas ocasiones durante cuatro.

Por otro lado, este jueves los responsables del Centre de Fauna de Vallcalent, también han mostrado otro ejemplar de quebrantahuesos, éste pero nacido y criado en cautividad en el mismo centro. Se trata de un pollo de unos dos meses de edad, que pesa cerca de cinco kilos y que por la forma de la cabeza se deduce que será una hembra.

Según ha explicado Àlex Llopis, este ejemplar se llevará, cuando tenga tres meses, al Parque Natural de la Sierra de Cazorla, en Jaén. Allí se introducirá en una cueva artificial donde estará un mes más hasta que le acaben de crecer todas las plumas para que pueda empezar a volar.

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