Como era previsible, Mick Jagger es el gran protagonista de la película, en la que cada uno de sus gestos, contoneos y gotitas de sudor son amplificados por Scorsese. El canallesco Keith Richards busca, desde un rol más secundario, la complicidad del público, mientras Wood y Watts bailan en la oscuridad. Invitados como Jack White, Buddy Guy o la tórrida Christina Aguilera completan una noche memorable que ahora, a través de Shine a Light, se convierte en película histórica e imprescindible para conocer la esencia de una banda universal.