El día que le quemaron la fábrica decidió pasar a la acción. Joe Weston-Webb, un antiguo acróbata circense de Nottingham (Reino Unido) reciclado al negocio de los suelos portátiles, no está dispuesto a que nadie vuelva a poner en peligro su pan.
Y si lanzó a su mujer durante tiempo, ¿qué no podrá lanzar?. A partir de ahora, quien pretenda asaltarle se enfrentará a una mezcla explosiva, un arma letal, tal y como avisa el cartel que tiene puesto en la puerta: "Atención. Estas instalaciones están protegidas por ñordas inteligentes y traviesas de ferrocarril".
Joe visita cada día una granja cercana para hacer acopio de todas las cacas de pollo que encuentre, y ese será su obsequio para los delincuentes.
La policía de Nottingham ya le ha advertido de que no puede tomarse la justicia por su mano, pero Joe no parece andar por la labor.
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