El osito Knut: de peluche a psicópata

  • El oso no soporta la perdida de popularidad que tenía de pequeño.
  • Reacciona mal y se enfada cuando no es el centro de atención.
  • Los cuidadores ya no pueden jugar con él por miedo a posibles ataques.
Knut, cuando era un osezno, y hace unos días en el zoo de Berlín tras una mampara de cristal. (Daily Mail)
Knut, cuando era un osezno, y hace unos días en el zoo de Berlín tras una mampara de cristal. (Daily Mail)
Knut, cuando era un osezno, y hace unos días en el zoo de Berlín tras una mampara de cristal. (Daily Mail)
Knut, aquel adorable osito polar que se hizo tan popular el año pasado en Alemania, ha dejado de ser un osezno y según uno de sus cuidadores, tanta fama le ha venido mal.

"Se ha convertido en un psico adicto de su propia popularidad", dijo esta semana uno de los cuidadores del zoo de Berlín, Markus Roebke.

El animal "está obsesionado con ser el centro de atención y actúa con rabia cuando le niegan esa atención", aseguró Roebke, en declaraciones recogidas por Daily Mail.

Desde el zoo tratan de que Knut vaya acostumbrándose a recibir cada vez menos atención para que sus rabietas desaparezcan con el tiempo.

"Es adicto al show, a la adulación de los humanos, y eso no es saludable", dicen en el zoo. "Él clama cuando ve que un espectador no le presta mucha atención (...) cuando tuvimos que cerrar el zoo a causa de las fuertes heladas invernales Knut llegó incluso a encararse con trabajadores del recinto".

Hoy, los cuidadores tienen prohibido jugar con el animal como antaño, ya que sus reacciones se han vuelto imprevisibles y existe riesgo de un ataque.

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