Rickie Lee Jones: "Las palabras de Cristo son todavía revolucionarias"

Rickie Lee Jones
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Rickie Lee Jones

No demasiado prolífica ni tan popular como algunas otras autoras e intérpretes de su generación, Rickie Lee Jones es, sin embargo, una de las grandes damas del pop y el folk-rock americano contemporáneo.

Después de su activa participación en la cruzada que buena parte de los más destacados músicos americano montaron para tratar de desalojar a George Bush de la Casa Blanca en las pasadas elecciojnes presidenciales (ella grabó todo un álbum, “The evening of my last day”), la mejor versión de esta especialísima cantautora regresa con The Sermon On Exposition Boulevard”, su espléndido nuevo álbum.

Su nuevo disco, suena muy natural, muy orgánico…

Sí, está hecho con ingredientes orgánicos cultivados en la más orgánica de las imaginaciones.

Tanto las canciones, sobre todo las letras, como su forma de cantar resultan muy “reales”; da la sensación de que es uno de los discos en los que más se muestra a sí misma, ¿no es así?

Bueno, puede que eso sea así porque en este disco la improvisación ha jugado un papel muy importante, de forma que el inconsciente puede haberse revelado con más libertad, y no con las ideas preestablecidas de las letras. Lo más excitante es descubrir mientras cantas que tienes muchas más direcciones y más fuerza cuando te dejas llevar en lugar de querer hacerlo a propósito; cuando no tienes un plan determinado, cuando no sabes exactamente a dónde quieres llegar. “Nobody knows my name” fue la primera canción que grabamos, y la hice en la primera toma, sin un texto previo, sin ningún tipo de preparación. Fue sorprendentemente fácil, y lo cierto es que llevó nuestro proyecto y nuestras propias vidas al umbral de una nueva puerta.

¿Cree que el sonido del álbum realza también la importancia de las letras?

Peter Atanasoff y Lee Cantelon –los productores de “The sermón on exposition boulevard”- han colaborado para hacer que el disco suene crudo, un tipo de sonido orgánico yuxtapuesto a las palabras de Cristo, para situarlas en un entorno más auténtico, más acorde a su propia naturaleza. Sus palabras fueron revolucionarias, el era joven, y su mensaje debería ser enfocado en esa dirección, no en el sentido inmovilista y conservador que siempre se le ha asociado.

¿Suele escuchar sus propias grabaciones? ¿Qué piensa de su nuevo disco, ahora que hace ya unos cuantos meses que terminó de grabarse?

En realidad, este es el único de mis discos que he escuchado después de haberlos terminado. Me encanta escucharlo. Creo que en su día escuché mi primer disco y también el segundo, pero no habúia vuelto a hacer una cosa así hasta ahora. Es una grabación muy satisfactoria, y la verdad es que estoy muy contenta con ella.

Ha editado el disco con el sello independiente New West, ¿se siente cómoda en esa compañía?

Absolutamente. Me encanta que sean ellos quienes estén trabajando en la promoción de este disco. Parecen ser auténticos en un momento en el que eso parece una especie de relicia de otra civilización. Les gusta de verdad la música y están satisfechos de colaborar en difundirla. Es un momento realmente duro para las compañías discográficas, con tantas descargas de canciones… es difícil conseguir un contrato y tener apoyo de alguien, así que me siento muy afortunada.

¿Conoce el catálogo de New West?

Sí, y me gusta ser un poco diferente de la mayoría, que parece ser todos hombres y con cierto toque country… en realidad la sensación es que el criterio principal del sello es que los artistas estén basados en sus canciones y en una cierta personalidad. De cualquier manera, todos con los que me he encontrado son muy amables. Creo que es un gran catálogo. Les gusta nuestro disco y yo soy la primera chica. Eso también me gusta.

El disco suena, efectivamente, como un trabajo “indie” en el mejor de los sentidos, ¿cree que habría podido grabar esto en una multinacional?

¡Me encanta eso! Desde luego, es un disco “indie” en todos los sentidos. Bajo presupuesto, pocos medios… pero música que sale del aliento de la calle, no de una máquina. Poco dinero pero mucho trabajo. No, de ninguna manera habríamos podido grabar este disco en una multinacional hoy en día. Simplemente, les da igual.

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