El inventor del móvil sueña con dispositivos incrustados en el cuerpo

  • Dice que la industria no ha cumplido las expectativas.
  • Martin Cooper espera que, en unos 20 años, la gente haya incluido los dispositivos inalámbricos en sus cuerpos con fines médicos.
  • Cree que el problema es el conservadurismo de la gente.
Martin Cooper, invitado al Computex Taipei 2007.
Martin Cooper, invitado al Computex Taipei 2007.
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Martin Cooper, invitado al Computex Taipei 2007.
Cuando Martin Cooper inventó el teléfono móvil hace 35 años imaginó un mundo en el que la gente estaría tan atada a las conexiones inalámbricas que
caminarían con dispositivos incrustados a sus cuerpos.

Sin embargo, pese a que los teléfonos han avanzado mucho desde que el ex-investigador de Motorola realizó la primera llamada inalámbrica desde una transitada esquina de Nueva York en abril de 1973, Cooper dice que la industria no ha cumplido con sus expectativas. "Nuestro sueño era que algún día nadie hablaría desde un teléfono conectado. Todos hablarían por teléfonos móviles," comentó el ingeniero electrónico de 79 años.

Nuestro sueño era que algún día nadie hablaría desde un teléfono conectado

Cooper indicó que estaba tan entusiasmado tras su primera llamada inalámbrica que le gustaba bromear que los número de teléfonos se volverían tan importantes que "cuando nacieras te darían un número telefónico y si no lo contestaras te morirías."

"La idea es que el número de teléfono se vuelve parte de uno", reflexionó Cooper, que también espera el día en que con sólo pensar en llamar a alguien en particular sea suficiente para que el teléfono marque ese numero.

Si bien la popularidad de los teléfonos móviles se ha disparado, con más de 3.000 millones de personas con móviles frente a las 300.000 en 1984, Cooper dijo que ve más posibilidades de crecimiento de esta tecnología en industrias que van desde el cuidado de la salud hasta la energía. En alrededor de 15 a 20 años, Cooper espera que la gente haya incrustado los dispositivos inalámbricos en sus cuerpos para ayudar a diagnosticar y a curar enfermedades.

"Sólo imagina cómo sería el mundo si pudiéramos medir las características de un cuerpo enfermo y transmitirlas directamente a un doctor o un ordenador", dijo. "Uno podría ser diagnosticado y sanado de manera instantánea e inalámbrica. ¿No sería maravilloso tener todos estos dispositivos instalados en ti e impulsados por tu cuerpo?", añadió.

Cooper, que actualmente dirige ArrayComm, un fabricante de software inalámbrico que fundó en 1992, admite que hay obstáculos en su visión de la instalación de la tecnología en el cuerpo. "Realmente, no es (problema de) la tecnología, es la gente. La gente es muy conservadora", comentó Cooper.

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