Una nueva oleada de incendios se produjo la semana pasada en la provincia de Ávila, donde en solo dos días se quemaron cerca de 200 hectáreas. La situación fue similar a la que se produjo en el mes de febrero, cuando en un fin de semana se registraron al menos diez incendios, la mayoría de ellos porque la sequedad y el viento habían descontrolado algunas quemas de rastrojos autorizadas.

Según confirmó hoy la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León, sólo entre el Jueves y el Viernes Santo se produjeron diez incendios, los más graves de ellos en San Bartolomé de Tormes y Navalguijo, ambos ocasionados por negligencias.

En el caso de San Bartolomé de Tormes, el incendio, que quemó más de 100 hectáreas de superficie no arbolada, se inició el viernes por la tarde y fue extinguido el sábado por la mañana con la ayuda de la nieve. Intervinieron, además, un helicóptero de Torrejón de Ardoz (Madrid), un camión, una cuadrilla helitransportada de Piedralaves y dos agentes medioambientales. Otras 50 hectáreas quedaron calcinadas en Navalguijo.

Y sobre los medios de extinción, la Delegación Territorial sostuvo que "son suficientes" y que el dispositivo es "superior al de otros años en las mismas fechas": dos camiones, dos cuadrillas, un helicóptero, siete agentes y un técnico de medio ambiente.

El miércoles una negligencia causó la quema de 2,8 hectáreas de matorral en Arenas de San Pedro.

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