María del Carmen Silva Rego es una desconocida en la política nacional. En Galicia, donde le llaman Carmela, no tanto. Es la única senadora socialista que resultó elegida en la provincia de Pontevedra en las pasadas elecciones generales y, según el Partido Socialista de Galicia, la más votada en su ciudad más importante, Vigo.

Allí es concejal de Urbanismo, cargo que dice que quiere compaginar con su nuevo nombramiento: portavoz del Partido Socialista en el Senado. Ahora, en sus primeras declaraciones tras su designación, dice que le da "vértigo". Hace unas semanas, antes de las elecciones, aseguraba que quería hacer política nacional.

"Quiero ser la voz de Vigo en Madrid", decía en una reciente entrevista para El Faro de Vigo. Ahora se ha encontrado con que será más que eso: será la voz del Partido Socialista en la Cámara Alta, lo que supone todo un reto para esta maestra de educación especial.

¿Castigo al socialismo valenciano?

Carmela Silva es joven para estas lides: tiene 47 años. Sucederá en el cargo a todo un veterano, Joan Lerma, de gran peso en las mayorías que obtuvo Felipe González, cuando el PSOE conseguía ganar hasta en la Comunidad Valenciana.

De hecho, una de las grandes candidatas que sonaban para suceder a Lerma era otra valenciana, Carmen Alborch, pero la presencia valenciana en las Cortes ha quedado tocada tras los grandes resultados obtenidos por el PP en Levante; el nombramiento de una gallega puede no ser casual, habida cuenta de la ligera mejoría, apenas un 2%, que ha experimentado el PSOE en las cuatro provincias.

En el pasado político de Silva está el haber sido diputada durante la penúltima legislatura, en la que desarrolló una intensa actividad. De ahí pasó a trabajar 'en la sombra' como asesora de Elena Espinosa, ministra de Agricultura y Pesca en funciones. Ahora le toca ponerse en primera fila.