Miles de futuros apóstatas, de 'procesión' a Rivas para darse de baja del catolicismo

  • El nuevo servicio provoca "una avalancha de llamadas".
  • La mayoría descontentos con la "deriva ideológica" de la Iglesia.
  • Julia Antón, de 77 años, fue la primera en solicitarlo.

Más de un millar de personas quieren desmarcarse de la Iglesia católica y borrar su nombre de los listados de la Jerarquía eclesiástica. Esta es la cifra de los desencantados con el catolicismo en toda España que se han puesto en contacto con los abogados encargados del nuevo servicio del Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid para tramitar solicitudes de apostasía .

Este servicio se presta en la Oficina de Defensa de los Derechos y Libertades Públicas, cuya característica más novedosa es que gestionará las apostasías. El gabinete de ayuda ofrece también asesoramiento jurídico sobre agresiones contra la integridad física, así como por discriminación xenófoba y salarial. Desde que hace un mes se puso en marcha este departamento, la oficina que lo gestiona está tramitando más de un centenar de reclamaciones de los vecinos de esta localidad.

Las gestiones se limitan a los habitantes de Rivas, pero se presta asesoramiento para apostatar a quien se ponga en contacto con el personal de la oficina. La avalancha de llamadas es tal que la oficina tendrá que reforzar su personal. "El servicio está saturado. Había mucha gente que estaba intentado apostatar, pero se estancaban en los trámites administrativos ", aseguró a Luis Miguel Sanguino, uno de los dos abogados que trabajan en el servicio.

"En contra de las postura eclesial"

Según el letrado, los motivos de los desilusionados con la Iglesia para desvincularse del catolicismo radican en "cuestiones ideológicas y en el posicionamiento actual" de la Iglesia, como su oposición frontal con el matrimonio entre personas del mismo sexo. Sanguino explicó que desde la oficina se gestiona con las parroquias del municipio los trámites para apostatar de los vecinos de esta zona.

Julia Antón, una vecina de Rivas de 77 años, se ha hecho famosa por ser la primera persona en utilizar el nuevo servicio del Gobierno local . Julia quiere que se investigue dónde la bautizaron cuando tan sólo era un bebé en los años 30, la primera vez que se le impuso este sacramento, ya que hubo una segunda vez en Torrelodones cuando fue bautiza de nuevo, "vestida de niña falangista", y ante la presencia de la esposa de Franco, Carmen Polo.

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