Bélgica alcanza un acuerdo de gobierno tras meses de crisis sobre su unidad territorial

  • Han pasado nueve meses desde las elecciones.
  • Las discrepancias entre comunidades ha imposibilitado el acuerdo.
  • Valones y flamencos son las dos comunidades en liza.
Partición territorial de Bélgica, con la bandera valona y la flamenca (Fuente: Wikipedia).
Partición territorial de Bélgica, con la bandera valona y la flamenca (Fuente: Wikipedia).
AGENCIAS
Partición territorial de Bélgica, con la bandera valona y la flamenca (Fuente: Wikipedia).

Han pasado ya nueve meses desde las últimas elecciones en Bélgica, pero por fin podrá formarse un Gobierno definitivo. Al menos así lo ha anunciado la radiotelevisión pública francófona del país, la RTBF. El acuerdo, alcanzado por los cinco partidos que iniciaron las negociaciones, dará paso a la dimisión del primer ministro interino, el liberal Guy Verhofstadt, y dará paso a la toma de posesión del democristiano flamenco Yves Leterme.

Leterme y los cinco presidentes -el liberal flamenco Bart Somers (Open VLD) y el valón, Didier Reynders; el democristiano flamenco Etienne Schoupe (CD&V) y la francófona, Joelle Milquet (CDH); y el socialista francófono, Elio Di Rupo (PS)- llegaron a un compromiso final tras una noche entera de negociaciones, ha informado la radiotelevisión pública francófona RTBF.

El origen del conflicto

Durante estos nueve meses de negociaciones, más los meses previos a los comicios del año pasado, los choques culturales se han puesto de manifiesto en la actualidad belga hasta el punto de comprometer su continuidad como país unido. Las discrepancias entre la comunidad valona (que habla francés y que vive al sur del país) y la flamenca (que habla neerlandés y vive al norte) han ofrecido un escenario de tensión que llevó al país a su total bloqueo político.

Uno de los momentos más tensos fue cuando, a finales de 2006, la RTBF emitió un informativo ficticio sobre la escisión del país : periodistas y políticos se prestaron al montaje, en el que el propio Rey Alberto II se acababa exiliando, los ministros, refugiados en el Atomium de Bruselas, y todas las comunicaciones interrumpidas en la frontera lingüística entre ambos territorios.

Flandes, cerca de la anexión a Holanda

Apenas tres meses después de la celebración de las elecciones, una encuesta realizada en todo el país confirmó lo que se temía: dos tercios de los flamencos, zona donde la ultraderecha xenófoba e independentista del Vlaams Belang es la segunda fuerza política, consideran que el país acabará partido en dos. Para terminar de tensar la cuerda, otra encuesta realizada en Holanda confirmaba que casi la mitad de sus ciudadanos estaban a favor de la integración de las provincias flamencas resultantes de una hipotética desaparición de Bélgica.

Cuando la crisis se hizo patente, el Rey pidió que se encauzaran de nuevo las negociaciones, pero Yves Leterme, encargado de formar Gobierno tras las elecciones, decidió renunciar después de 174 días de negociaciones fallidas; desde entonces hasta ahora, cuando por fin se ha solventado la crisis, ha sido un Gobierno interino dirigido por el primer ministro Guy Verhofstadt el que ha dirigido el país.

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