Las fuerzas de seguridad chinas detienen a rebeldes puerta por puerta en Lhasa

  • Pretenden detener a sospechosos de participar en las revueltas.
  • Algunos medio de comunicación informan de que la policía habría detenido a "cientos" de personas.
  • El primer ministro chino acusa de "hipócritas" al Dalai Lama y a los causantes de la revuelta.
Las autoridades chinas están efectuando una campaña de inspecciones puerta por puerta en Lhasa para detener a los sospechosos de participar en las revueltas y manifestaciones, según denunciaron hoy disidentes tibetanos.

La emisora Radio Free Asia (RFA) informó de que la policía había detenido a "cientos" de personas, incluyendo antiguos presos políticos, desde el fin de semana hasta esta pasada noche, una vez rebasado el ultimátum dado por el gobierno de Pekín para que quienes participaron en los disturbios se entregaran.

Desde que Pekín anunció el ultimátum con clemencia para los que se entregaran y castigos severos si no lo hacían, el esfuerzo se concentró en la búsqueda de responsables, tanto en Lhasa como en las vecinas provincias de Sichuan, Gansu y Qinghai, donde también hubo protestas.

La emisora citó el testimonio de una mujer hongkonesa residente en Lhasa que aseguraba que la situación había mejorado algo en el último día. "Mucha gente ha salido a comprar comida, pero la policía está armada, de guardia en las calles y haciendo controles aleatorios", agregó.

 "La puerta de diálogo con el Dalai Lama sigue abierta"

El primer ministro chino, Wen Jiabao, aseguró que la puerta del diálogo con el Dalai Lama, líder religioso y espiritual tibetano, "sigue muy abierta", pero, clarificó, siempre que reconozca que el Tíbet y Taiwán son parte de China. Aun así acusó hoy al Dalai Lama y a su "camarilla" de haber organizado las revueltas de la semana pasada en Lhasa, la capital tibetana, y les calificó de "hipócritas" por defender el diálogo pacífico y a la vez fomentar actos violentos.

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