La localidad pacense de Mirandilla ha despertado hoy tranquila, según fuentes municipales, tras los sucesos de ayer, en los que más de 200 vecinos intentaron linchar a una familia, uno de cuyos miembros realizó disparos con una escopeta e hirió a tres personas.

Por su parte, el alcalde de Mirandilla, el socialista José María Carrasco, ha dicho hoy que el "sentimiento unánime" de los vecinos de la localidad es que la familia conflictiva a la que ayer intentaron linchar debe abandonar el pueblo, porque la convivencia es ya "imposible". La situación obligó a la Guardia Civil a desplazar a

Más de un centenar de habitantes de Mirandilla se habían manifestado el sábado en una movilización autorizada por la Delegación del Gobierno, para protestar por el comportamiento poco cívico de esta familia, compuesta por ocho personas.

Tras la manifestación, miembros de esta familia trataron de agredir a un hombre, algo que materializaron en la mañana de ayer con su mujer, de 60 años, a la que arrastraron por el suelo.

Después de conocerse este supuesto nuevo ataque, a la salida de la misa del Domingo de Ramos, más de 200 vecinos se dirigieron hacia la vivienda de los presuntos agresores, muchos de ellos portando palos.

Ante esta situación, un miembro de la citada familia salió al exterior y se puso a disparar, lo que causó tres heridos leves.

Medio centenar de agentes

La Guardia Civil se vio entonces obligada a aumentar su presencia en la zona, llegando a cerca de medio centenar de agentes, y tuvo que evacuar a la familia, cuyos coches fueron también destrozados a golpes, y algunos quemados, por los concentrados.

Según ha informado la Delegación del Gobierno, esta tarde se celebrará una reunión de urgencia en el municipio entre el subdelegado del Gobierno en Badajoz, Inocencio Ramos, el alcalde, José María Carrasco, y representantes vecinales para estudiar lo sucedido.

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