Trabajar para la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades no significa, obligatoriamente, que se compagine mejor el empleo con la familia.
Eso es, al menos, lo que piensan Luis Ángel y María José, personal laboral en un centro de minusválidos de esta Consejería y padres de Irene, de 5 años, y de Claudia, de año y medio.
El matrimonio ha llevado a la Junta a los tribunales precisamente por no permitirles conciliar la vida familiar y laboral.
Su problema, muy sencillo: a ella no le autorizan adelantar 30 minutos su jornada para que pueda llegar a casa y quedarse con las niñas antes de que él se incorpore por la tarde al trabajo.
Solución: ahora tienen que pasarse a las niñas en el trabajo.
«Lo que esto demuestra es que la Junta aplica las leyes, pero no cree en ellas», explica María José a 20 minutos.es .
Y además, esto sucede en un centro que depende de la Consejería Familia e Igualdad de Oportunidades, «que se supone que es la primera que tiene que aplicar la ley», critica Luis Ángel.
«El que tengamos que pasarnos a las niñas en el trabajo hace que parezca que estamos divorciados o enfadados», señala María José, quien añade que les gustaría tener un tercer hijo, «pero con esto nos lo estamos pensando».
Atención 24 horas
El centro para el que trabajan ofrece atención continuada todos los días del año. Esto supone que para poder ocuparse de las niñas el matrimonio realice turnos diferentes.
Además, ella cuenta con reducción de jornada laboral. Con eso, y la ayuda del abuelo, las niñas estaban siempre atendidas.
Pero en septiembre el abuelo falleció y desde entonces tienen que hacer pinitos para cuidar de sus hijas.
Un día normal, ella sale a las 15.00 horas y Luis Ángel le da el relevo y, de paso, le trae a las niñas. Esto supone que a Irene casi
Lo primero que hizo la pareja fue presentar un recurso a la dirección, que fue rechazado. Así que se vieron obligados a presentar una demanda en los juzgados. El juicio
Dejar el trabajo
María José se plantea pedir una excedencia y dejar el trabajo en verano si no les dan una solución.
«No me siento a gusto en el trabajo y así no me puedo desarrollar profesionalmente ni como madre», aseguró.
El año pasado 700 vallisoletanas se vieron obligadas a tomar esta decisión y pidieron una excedencia para poder cuidar de sus hijos. CONSULTA AQUÍ
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios