Cada hora se han impuesto nueve multas por no llevar el cinturón de seguridad abrochado en las carreteras catalanas. Unas sanciones que han aumentado hasta un 33% en el caso de los pasajeros de los asientos traseros. Los conductores que no llevan a los niños con asientos homologados se han incrementado en un 4,6%. Éste es el balance que hacen los Mossos de los primeros 17 días de una campaña para promover el uso de los sistemas de seguridad pasiva (casco, sillitas para niños, cinturón de seguridad).

Entre el 15 de febrero y el 2 de marzo, los agentes denunciaron 4.005 infracciones. Casi el 92%de las multas corresponden a pasajeros que no se abrocharon el cinturón de seguridad (3.011 en los asientos delanteros, 661 en la parte posterior). Mientras se ha reducido el número de conductores y copilotos sancionados, ha aumentado, en cambio, el de los pasajeros posteriores.

184 niños desprotegidos

Los Mossos de Esquadra han denunciado, en este intervalo de tiempo, a 184 conductores que transportaban a niños sin llevar la silla reglamentaria, lo que supone un incremento del 4,6%. Además, 149 motoristas han sido sancionados con multas de 150 euros y la pérdida de 3 puntos por no llevar puesto el casco. El área policial de Tarragona es donde se han acumulado más denuncias por este motivo.

Los delitos contra la seguridad en el tráfico podrían «colapsar» el sistema judicial, auguró ayer la consellera de Justícia, Montserrat Tura. El pronóstico se fundamenta en que la mayoría de las condenas por infracciones de la ley vinculadas al tráfico no han llegado todavía a los tribunales, dado que el Código Penal se modificó a finales del año pasado. Tura recordó que para afrontar la situación se han reforzado los servicios judiciales. En Lleida, la plantilla ha crecido un 20%.