«Admiro a Forrest Gump porque es una persona sencilla y humana, capaz de arrastrar a multitudes para hacer algo tan sencillo como es correr por correr», asegura Serge Girard, la vesión real del personaje interpretado por Tom Hanks.

La comparación es inevitable. Forrest corría sin parar de costa a costa de los Estados Unidos y Girard lo hará de una punta a otra del mundo.

42.000 kilómetros en 20 meses, es decir, dos maratones diarios sin descanso porque esa es una de las condiciones para que su reto sea homologado. «Tengo que correr 80 km diarios sin jornadas de reposo», explica este francés de 54 años, que a los 30 dejó su trabajo de asesor financiero y se especializó en travesías en solitario.

«Disfruto de la soledad, aunque también me gusta ir acompañado en algunas etapas, sobre todo cuando son niños los que corren a mi lado», relata.

El calor, uno de los peores enemigos

Girard, que ya ha cruzado el Sahara o el continente asiático corriendo, sabe que se encontrará temperaturas de hasta -30ºC en la estepa rusa y de más de 50ºC en algunos desiertos: «El calor extremo es mucho peor que el frío. Para combatirlo relleno un pañuelo con cubitos y me lo pongo en la nuca».

Un devorador de zapatillas deportivas

Girard gastará 100 pares de zapatillas deportivas Mizuno en su vuelta al mundo. También utilizará 200 camisetas y 300 tubos de pomada antiampollas para los pies. Su consumo de calorías será de unas 8.000 al día (más del triple de lo normal): «Básicamente me alimento de pasta, arroz y barritas de cereales». De momento, su entrenamiento está siendo intenso: «Corro una media de seis horas durante cinco días a la semana».