El servicio de autobuses urbanos y la dificultad para acceder a una vivienda son los dos aspectos de Zaragoza que menos gustan a sus habitantes, según una encuesta elaborada por Ebrópolis. El transporte urbano registra los niveles más bajos de popularidad de los últimos siete años, y el 53,1% de los zaragozanos consideran que el servicio es malo o muy malo.

En 2001, siete de cada diez ciudadanos estaban satisfechos con el servicio. La valoración ha empeorado, sobre todo, por las huelgas de conductores y las largas esperas en las paradas que padecen los usuarios. Según la encuesta de Ebrópolis, los viajeros más insatisfechos son los menores de 50 años.

Por otra parte, casi nueve de cada diez zaragozanos señalan el acceso a la vivienda como un aspecto muy negativo de la ciudad y sólo el 10% aseguran que pueden pagarla sin problemas. El elevado precio de los pisos y la escasa oferta de alquiler, son los principales escollos.

En el terreno laboral, los zaragozanos son cada vez más optimistas, aunque se observan diferencias entre hombres y mujeres, con un grado de satisfacción del 67% y del 48%, respectivamente.

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