Una niña de 11 años de edad, que hasta ahora había sido adorada en Nepal por budistas e hindúes como la reencarnación de una diosa, ha renunciado a su atributo divino, desatando una polémica en el país, según informa la BBC.
La menor, Sajani Shakya, adorada durante nueve años como la encarnación de la diosa Kali, hizo recientemente un viaje a los Estados Unidos para promover un filme sobre las diosas vivientes de Nepal.
El viaje desató la polémica, pues las autoridades religiosas lo consideraron un atentado contra la tradición debido a que, dada su condición de diosa viviente, debería vivir confinada en la ciudad santuario de Bhaktapur, cerca de Katmandú, y sólo salir de su palacio tres o cuatro veces al año.
"Ella ya dejó de ser una kumari [diosa viviente]", confirmó Dipak Pandey, un alto funcionario del sector cultural nepalés. "Estamos tratando de encontrar un reemplazo".
Contra la reclusión
El mismo funcionario ha asegurado a la BBC que la familia de la niña desea que ella conduzca rituales religiosos, por lo que dejará su condición divina antes de lo que dicta la tradición; es decir, en la pubertad, cuando obtienen beneficios como una pensión vitalicia.
Las kumari son elegidas entre la casta budista Shakya y deben reunir una treintena de atributos, entre ellos tener muslos de gacela y cuello de nácar.
Activistas de derechos humanos dicen que algunos elementos de la tradición, como mantener a las niñas recluidas, equivale a abuso infantil.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios