El Tolkien Trust, grupo británico que gestiona el legado del famoso escritor
J.R.R. Tolkien, y la editora
HarperCollins, propiedad del magnate
Rupert Murdoch, han demandado a
New Line Cinema, productora de la trilogía de
valor de 150 millones de dólares -unos 103 millones de euros- ,acusando a la compañía de no haberle entregado su parte
proporcional de los beneficios obtenidos por las tres exitosas películas.
Además de esa cifra económica como daños compensatorios la demanda incluye varias reclamaciones, entre la que destaca la
anulación inmediata de todos los derechos que New Line tiene sobre la obra de Tolkien, incluyendo
El Hobbit, libro sobre el que
Peter Jackson ya estaba preparando
otras dos películas que podrían ser dirigidas por
La demanda acusa a New Line de
incumplimiento de contrato, abuso de confianza y fraude. El Tolkien Trust llegó a un acuerdo original, en 1969, con
United Artist, pero con el paso de los años esos derechos fueron traspasados de UA a Saul Zaentz de
Miramax y, finalmente, llegaron a manos de New Line. Ese acuerdo inicial establecía que los demandantes ingresarían el
7,5% de los ingresos brutos obtenidos por la adaptación cinematográfica de la obra de Tolkien.
La fundación, creada por Tolkien para ayudar a niños británicos, apoya en la actualidad un amplio
espectro de causas humanitarias, entre ellas la Fundación
Save the Children y otras organizaciones de apoyo a Darfur, a las víctimas de los terremotos en Asia y una fundación de investigación contra el cáncer.
No es el primer conflicto en torno al dinero producido por la imaginación de Tolkien: Peter Jackson, director de la trilogía, ya denunció a la propia New Line Cinema por impago.
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