Un bebé de 11 meses sobrevive en Tennessee (Estados Unidos) después de que los equipos de rescate le encontraran entre los escombros y el fango que dejó a su paso el tornado que ha azotado esta semana la zona.

El pequeño se encontraba boca abajo a unos 30 metros de su casa, que quedó completamente derruida.

En un principio los bomberos creyeron que se trataba de una muñeca, y cuando se dieron cuenta de que era un ser humano fueron a tomarle el pulso en el cuello.

Entonces, el bebé "tomó aire y comenzó a llorar", según David Harmon, uno de los bomberos que socorrió a las víctimas.

En la cadena de tornados que se ha abatido sobre Estados Unidos esta semana han muerto más de 50 personas.