Valencia se traga Beniferri

La pedanía sufre por los ruidos de las carreteras, la subestación, una antena de telefonía... Sólo quedan 60 de las 360 alquerías que tenía el antiguo pueblo.
Los rascacielos de la ciudad de Valencia hacen sombra a los edificios más antiguos que aún sobreviven en la pedanía de Beniferri (Begoña Gómez).
Los rascacielos de la ciudad de Valencia hacen sombra a los edificios más antiguos que aún sobreviven en la pedanía de Beniferri (Begoña Gómez).
Los rascacielos de la ciudad de Valencia hacen sombra a los edificios más antiguos que aún sobreviven en la pedanía de Beniferri (Begoña Gómez).
«Tan cerca de Valencia, pero a la vez tan distanciados por un enjambre de carreteras que producen un ruido ensordecedor, y edificios que parecen rascacielos». Son palabras de Antonio Herrero, uno de los 800 vecinos que tiene Beniferri. Lleva toda su vida residiendo allí y ha visto cómo pasa el tiempo tanto para la zona como para su gente.Beniferri sigue siendo pedanía, junto a Benimàmet,  aunque por distancia es casi un barrio, dividido en dos. La parte moderna, con grandes edificaciones, unifamiliares de lujo y una planta eléctrica, y la tradicional, con las típicas alquerías y la iglesia.

En esta parte sólo quedan 60 de las 360 alquerías que había junto a la parroquia y unas pocas casas reformadas. El motivo, como ha explicado a 20 minutos José Lorenzo, uno de los vecinos que vive en una de las alquerías que quedan en pie, es que «la gente envejece y prefiere irse a otros puntos de la ciudad con más comodidades. Las alquerías quedan abandonadas junto a terrenos sin edificar, y el Ayuntamiento acaba expropiando», comenta resignado.

Esto sucede porque «los propietarios no piden las licencias a tiempo tanto para rehabilitar los inmuebles como para edificar en terrenos que están abandonados desde hace tiempo», aclaran desde el Consistorio.

Mientras, en la parte nueva, los vecinos están molestos por tres motivos, una antena de telefonía móvil, la subestación eléctrica, que «hace mucho ruido por el día y más por la noche», y por los ruidos que generan la CV-30 (ronda norte) y la CV-35 (la pista de Ademuz).

«En unos años podemos desarrollar desde cáncer por las radiaciones de la subestación hasta asma o sordera por los ruidos y la polución», augura José Lorenzo, vecino.

No tienen centro de salud ni camino

Una de las eternas peticiones vecinales es la puesta en marcha de un centro de salud en el barrio. Los vecinos tienen que trasladarse hasta Benimàmet para que les vea un médico, y la única forma de llegar es mediante una línea de bus de la EMT (el 62) o en coche. «Antes podíamos ir andando, eso sí, cruzando la autovía con un paso elevado. Hace ya unos meses que ese paso elevado lo eliminaron debido a las obras de la ronda norte y tampoco podemos ir caminado», explica Antonio López, vecino del barrio.

El hombre más mayor de Beniferi

Francisco Fabra. Tiene 86 años

«Cada vez hay menos gente»

«He sido agricultor toda mi vida, así como panadero, pero ahora me dedico únicamente a podar las plantas de mi casa. Cada vez va quedando menos gente en el pueblo y los solares los expropian para grandes edificaciones. Yo necesito el cuidado de mis hijas, ya que para ir al médico o a comprar es necesario el coche; aquí prácticamente no hay ningún servicio. Soy el más mayor de los que aún viven en el pueblo originario y es un orgullo».

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