Su extraño nombre, su aspecto escalofriante y sobre todo, su original peinado medieval ha calado hondo en las pesadillas de los norteamericanos. Anton Chigurgh, el psicópata de No es país para viejos ha demostrado ser capaz de dejar a Norman Bates y Hannibal Lecter a la altura del betún, y llega a las carteleras de España este viernes 8 de febrero.

Se trata del mejor personaje de la película: un asesino desposeído de emoción alguna, que se juega la vida de aquellos con los que se tropieza a cara o cruz. Es un hombre despiadado que no deja testigos a su paso. Sin duda es un personaje único y oscuro, magistralmente encarnado por Javier Bardem, y que, con muchas probabilidades, le convertirá en el primer actor español que se haga con un Oscar.

Joel Coen, uno de los hermanos directores del filme, explica que en la novela en la que se basa No es país para viejos, "se describe a Chigurh como alguien carente de sentido del humor", dice. "Aparte de eso, hay pocos datos sobre el personaje. Es un hombre implacable, con un aura misteriosa. No se sabe de dónde viene".

"Necesitábamos un actor capaz de construir a Chigurh aunque sin revelar demasiado, manteniendo la sensación de misterio, por eso escogimos a Javier Bardem", afirma Joel. Su interpretación del poeta cubano Reinaldo Arenas en Antes que anochezca por el que fue nominado a un Oscar en la categoría de Actor Principal, y de Ramón Sampedro en Mar adentro, por el que obtuvo el premio al Mejor Actor del Festival de Venecia, les convenció.

Con el papel de Chigurh, Javier Bardem se enfrentaba a uno de los mayores retos de su carrera, el de encarnar a un "malo" mítico con un alma muy oscura. Por eso, a la hora de desarrollar el personaje, Javier Bardem trabajó muy de cerca con los hermanos Coen. "Hablar con Joel y con Ethan sirvió para cambiar mi perspectiva. El personaje se hizo más interesante, más complejo y incluso más divertido", asegura Bardem.

En su opinión, "uno de los temas de la película es la enorme oleada de violencia que azota el mundo, y Chigurh simboliza esa violencia porque no tiene raíces, siempre va un paso más allá, no se le puede detener".

Historia de un peinado

El original peinado que luce Javier Bardem como Anton Chigurh, y que ya está marcando estilo propio, no es fruto de la casualidad, sino que es el resultado de un concienzudo estudio realizado por el oscarizado estilista Paul Leblanc (Amadeus).

"Trabajé muy de cerca con Mary Zophres, la diseñadora de vestuario, y los ‘chicos' (los hermanos Coen) para conseguir el aspecto físico del personaje de Javier", dice el estilista.

"Queríamos que pareciera extraño, que diera miedo, pero sin exagerar. Diseñé un corte de pelo que transmite la sensación de misterio, que obliga a preguntar: ‘¿De dónde será este hombre?', pero sin dejar claro que es un asesino. Es un corte algo ‘bihistórico', podría funcionar en el siglo XVII y en los años setenta del siglo XX".

José Corbacho lo copió en la reciente ceremonia de los Goya, en la que se convirtió, al menos por unos momentos, en una figura que sin duda quedará ya impresa en los anales de la Historia del Cine.