«Llevo 27 años en este trabajo y, aunque al principio hice rutas, casi todo el tiempo he estado aquí, en esta calle, con mis paquetes y mi furgoneta», dice Jesús Ángel, que responde casi siempre al grito de ¡Chuchi!
«Que por qué llevo la sonrisa en la boca, pues porque es mi forma de ser y soy feliz. Es una buena fórmula también para afrontar los malos momentos», comenta. Quizá por ese carácter es extraño entablar una conversación con él sin que nadie la interrumpa para saludarle o sin que algún conocido haga sonar su claxon mientras pasa junto a su furgoneta.
¿Y no se aburre todo el día sólo? «Nunca estoy solo. Voy, entrego un paquete, me cuentan, vuelvo. Y eso que tampoco tengo mucho tiempo para estar parado, porque ando siempre pillado de aquí para allá. Cuando cumplí los 14 años empecé a trabajar, y desde los 21, en este empleo. Quizá haya llegado el momento de pensar en algo más tranquilo, porque la calle quema mucho. Cualquier trabajo de oficina me sirve, si yo soy un currante»
«El centro de Valladolid ha cambiado mucho la verdad, lo han dejado bonito, pero con muy poco aparcamiento. Claro, yo conozco a los policías y ellos a mí, así que nos llevamos bien y los dos salimos ganando al facilitamos el trabajo.
«¿Familia? No, estoy soltero y vivo muy a gusto con mi mamá. Me trata muy bien y no tengo ninguna queja, al contrario».
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios