Cada médico de familia podría ver hasta cinco pacientes más al día si no tuviera que tramitar las bajas y las altas laborales que conllevan determinadas enfermedades, principalmente en épocas invernales y de gripe.

Sobre todo en los barrios más jóvenes de Zaragoza, un sólo facultativo de atención primaria puede llegar a registrar entre 10 y 12 trámites de este tipo, a una media de cinco o seis minutos por cada una. En la práctica, esta burocracia supone que pueden llegar a perder hasta 45 minutos, según confirman varios médicos consultados.

«Si no tuviérmos que tramitar las bajas y las altas o si tuviéramos algún tipo de apoyo, podríamos ver a cinco o seis pacientes más cada día en la consulta», explica Rafael de Pablo, médico de Zaragoza y portavoz de la Plataforma Diez Minutos.

El problema se complica en la época invernal. «Si le das la baja a un enfermo por gripe le sueles tener que volver a ver a los tres días, con el papeleo que ello vuelve a conllevar», explica otro facultativo de La Jota. Los facultativos consideran que deberían tener algún tipo de ayuda para solucionar esta burocracia, sobre todo para atender los papeleos de los enfermos crónicos.

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