"¿Cómo describir esta pérdida repentina y trágica?", escribe la familia en uno de los textos colectivos en el diario de

The West Australian, en el que se refieren al actor con

apodos cariñosos como "Heatho", "carnero" o "gallo".

"Nos querías tanto -continúa-, tanto como nosotros te amábamos profundamente a ti. Como familia unida y muy privada, te hemos observado tan decidida pero silenciosamente viajando en tu propio camino de la vida,

nada te podía parar, no había montañas demasiado altas ni ríos demasiado anchos", dicen sus allegados.

"Soñaste tus sueños y los viviste con pasión y con un inteligente compromiso. Hemos tenido el privilegio de acompañarte en tu viaje a través de la vida, y ha sido

simplemente alucinante, y mientras tanto nos hemos querido los unos a los otros de una forma inimaginable".

"Tu verdadero legado vive en la preciosa pequeña Matilda -la hija de Ledger-, que siempre estará cuidada de la mejor manera. Nuestros corazones están rotos. Papá e Inés; Mamá y Roger; Kate y Nathan; Rori y Scarlett; Ashleigh, Olivia, Elana y Nadia".

Sus padres, Kim y Sally, y su hermana Kate, tienen previsto llegar a Nueva York mañana.

Mientras, y en un improvisado homenaje, la puerta del apartamento de Ledger siguió llenándose de las afectuosas y espontáneas

muestras de cariño de sus seguidores, con notas haciendo alusión a sus primeras películas.

También se ha sabido que los preparativos para el

funeral ya están listos, aunque el encargado de la funeraria Frank E. Campbell, en el Upper East Side, donde descansa el cuerpo de Ledger desde que el miércoles le practicaron la autopsia, informó de que la familia no permite dar más datos: una autopsia inconclusa que tardará otros 10 días en arrojar datos más esclarecedores sobre las causas de su fallecimiento.

Dos mujeres -su ama de llaves y una masajista a la que Ledger había citado- encontraron el cuerpo sin vida del actor australiano, desnudo, tendido boca abajo en la cama de su apartamento, donde la policía halló s

eis tipos de medicamentos, incluyendo antihistamínicos, ansiolíticos y somníferos, que parecen ser la

causa accidental de su muerte, además de un billete enrollado de 20 dólares que la policía examinó sin encontrar indicios de que fuera utilizado para esnifar droga.