El motivo no es otro que la situación que viven los guionistas de Hollywood desde el pasado 5 de noviembre, enfrascados en una pugna con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP, por sus siglas en inglés) por los ingresos que los escritores reciben por la venta de las series de televisión en DVD y por las emisiones de esos formatos por internet.

El Sindicato de Guionistas (WGA) ha prohibido que los escritores lleven a cabo su trabajo durante la ceremonia y no tiene previsto hacer ninguna excepción en esta ocasión.

Las conversaciones entre ambas partes podrían reanudarse próximamente, aunque si la huelga mantiene su curso la Academia de Cine de Hollywood podría seguir la estela de los Globos de Oro, cuya gala tuvo que ser cancelada, y anunciar los ganadores mediante una conferencia de prensa o modificar ostensiblemente el formato del acto.

Gil Cates, productor de la retransmisión de los Oscar, ha asegurado que

"Planeamos organizar el espectáculo el 24 de febrero en el Teatro Kodak, ante una audiencia de unas 3.300 personas y de muchas más a través de la televisión", aseguró la portavoz de la Academia Leslie Unger.

Un audiencia millonaria

La gala de los Oscar, que el año pasado logró reunir frente a los televisores a 40,2 millones de estadounidenses, es uno de los espectáculos por excelencia de la programación de Estados Unidos junto a la Super Bowl, la final del fútbol estadounidense.

La atracción por la gala ya se empieza a palpar en la ciudad, que a finales de febrero tendrá todos sus hoteles a reventar y a los diseñadores de moda, peluqueros, conductores de limusinas, floristas y demás comerciantes dispuestos a hacer su agosto particular.

La sola presencia en la gala de los actores aseguraría una audiencia millonaria, aunque probablemente todos decidan permanecer alejados de la alfombra roja y de los piquetes en caso de que el conflicto no se resuelva a tiempo.

El español Javier Bardem, después de hacerse con una decena de premios por su papel en No es país para viejos, incluido el Globo de Oro al mejor actor secundario, tiene todas las papeletas para repetir candidatura, después de la obtenida en 2000 al mejor actor principal por Antes que anochezca.