Lindsay Lohan trabajará pronto en un depósito de cadáveres, como parte de su castigo por un cargo menor de conducir bajo los efectos del alcohol, según informó su abogado, Blair Berk, a un juez.

La actriz, de 21 años, ha pasado dos meses en rehabilitación y ha prestado servicio comunitario, dijo Berk, durante una audiencia en la que informó de los pasos dados por Lohan para cumplir los términos del acuerdo alcanzado en el caso.

Sus cuatro horas diarias de servicio en el depósito de cadáveres son parte de un programa ordenado por los tribunales para mostrar a los conductores de una manera más directa las consecuencias de ir al volante ebrio. Lohan debe pasar también dos días trabajando en la sala de urgencias de un hospital.

La actriz fue detenida dos veces el año pasado por conducir ebria y en agosto se declaró culpable de cargos menores relacionados con ese delito y con la posesión de cocaína. Ha cumplido ya la condena de 84 minutos en prisión como parte de un arreglo para que se declarara culpable.