«Se considera ciudadano del mundo»  Confiesa que no se puede quedar quieto en ningún sitio «porque la rutina le adormece»  Comparte piso en Lavapiés y «se siente satisfecho»

Quiere buscarse la vida como fotógrafo y «seguir estudiando para mejorar». Hace sólo unos días que Xisco llegó a Madrid desde Palma de Mallorca, «un lugar tan maravilloso que abruma».

Se le llena la boca hablando de sus viajes. «Pasé un año en Dublín y también en Berlín, que fue mi despertar en el diseño. Estuve entre Madrid y Londres, donde pasé un fin de semana y pensé: sólo he comido basura y no he visto el sol. Mejor me voy a Madrid».

Se considera «ciudadano del mundo, europeísta convencido», y confiesa que no se puede estar quieto en ningún lugar porque la rutina le adormece. Xisco necesitaba salir de la isla en la que nació porque, aunque la echa de menos, «allí la gente sólo piensa en tener una segunda residencia y un segundo coche», dice haciendo de sociólogo.

Partidario del alquiler, ahora comparte piso en Lavapiés y se siente satisfecho: «Es un barrio muy acorde con mi forma de vivir. Alquilar me sale económico. Aunque en el futuro no tenga nada, el patrón paga los gastos grandes de la casa».

Madrid me  gusta por...

La movida cultu-ral de la calle: las tapas y las cañas.

No me gusta porque...

Ayer a las 12 de la noche en Oporto no había ni un sitio donde tomar una cerveza.

Admiro a...

Los que intentan lo que desean, aunque no lo consigan.

No me gusta...

La hipocresía de muchos políticos.

Y tú, ¿cómo estás?

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