Mal debut de España ante Hungría en el Europeo de balonmano (28-35)

  • Se notaron las bajas de Uríos y Barrufet.
  • Hungría fue superior y estuvo por delante.
  • Muchos nervios en ataque y floja defensa española.
José Rodríguez Vaquero, (i) ante el húngaro Grego Ivancsik.
José Rodríguez Vaquero, (i) ante el húngaro Grego Ivancsik.
José Rodríguez Vaquero, (i) ante el húngaro Grego Ivancsik.

El primer partido de la selección española de balonmano fue mal. Hungría, semifinalista en los Juegos Olímpicos de 2004, fue mejor casi desde el principio. Las bajas de España, Uríos y Barrufet, se notaron. El combinado nacional se precipitó en ataque.

Los hombres de Pastor tampoco no funcionaron en defensa y la potencia húngara jugó un gran partido. En el minuto 24 la diferencia era de cuatro goles y, aunque la selección llegó empatar y mantuvo el envite hasta el minuto 40 (20-20), se fue desdibujando poco a poco. Al final, un marcador muy abultado.

El próximo partido de España será el sábado ante Bielorrusia, a partir de las 20.15 horas. El lunes nos mediremos a Alemania. Luego llegará la segunda fase, otra derrota dejaría las cosas muy complicadas.

Faltó paciencia

Las dudas que pudiera despertar en la portería José Manuel Sierra quedaron despejadas con dos paradas iniciales. Pero los problemas estaban en las excesivas prisas. De hecho, cuando España movió con criterio el balónencontraron los huecos necesarios para batir la portería húngara.

Así, como una goma, aumentó y decreció la ventaja española, nunca mayor de dos goles, durante los primeros minutos de la primera mitad, ante una rocosa Hungría, que encontró en la velocidad del extremo Tamas Ivancsik su mejor arma.

La selección fue poco a poco complicándose el marcador (9-11 en el min. 22). A poco más de cuatro minutos para el descanso, Hungría se colocaba en un inquietante 9-14. Los fallos de Albert Rocas o las imprecisiones de Ortega y Aguinagalde envalentonaron cada vez más a los húngaros.

Aunque España reaccionó. La defensa logró frenar los lanzamientos del lateral Ilyes, y en ataque volvió la calma necesaria para surtir de balones en el pivote a un Garabaya, que con dos tantos (12-14) devolvió la esperanza a los vigentes subcampeones de Europa para la segunda mitad.

Se llegó al 14-14, pero se volvió al nerviosisimo y Hungría se puso 16-19. Más tarde, el 23-27 evidenciaba la falta de eficacia.Ni la exclusión de Nagy, muy entonado en la reanudación, sirvió para encauzar ya al equipo nacional, que incluso con un hombre más fue incapaz de recuperar la senda del inicio del segundo tiempo, con fallos y más fallos que situaron a los magiares con un contundente 23-30.

Con todo perdido, Pastor arriesgo y situó sobre la pista al "tocado" Hombrados, que demostró su liderazgo dentro del equipo nacional, pues la salida del portero del Ciudad Real coincidió con el inicio de una nueva remontada de la selección.

Pero siete goles son muchos, y más en un deporte, que se caracteriza por la máxima igualdad. Se llegó a recortar la desventaja hasta cinco tantos, aunque el triunfo fue para los magiares, que no ganaban desde 1988 al conjunto español en competición oficial.

Ficha técnica:

28 - España: Sierra; Rocas (4, 1p), Garabaya (8), Asier Antonio (-), Romero (7), Raúl Entrerríos (-) y Juanín García (2) -equipo inicial- Hombrados (ps), Belaustegui (1), Ortega (4), Chema Rodríguez (-), Alberto Entrerríos (1), Davis (1) y Aguinagalde (-).

35 - Hungría: Puljezevic; Tamas Ivancsik (5), Nagy (7), Eklemovics (1), Ilyes (7), Gergo Ivancsik (2) y Gal (4) -equipo inicial- Fazekas (ps), Toro (-), Csaszar (4), Zubai (1), Herbert (-), Mocsai (2, 1p) y Laluska (2)

Marcador cada cinco minutos: 3-1, 6-5, 8-8, 9-10, 9-13,12-14 (Descanso) 17-17, 20-20, 23-26, 25-30, 26-32 y 28-35 (Final).

Árbitros: Baum y Goralczyk (Polonia). Excluyeron por dos minutos a Asier Antonio por España; y a Laluska y Nagy por Hungría.

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