Diez años después del escándalo Lewinsky, la tórrida relación entre Bill Clinton y la becaria Mónica que puso al presidente al borde de la destitución, los protagonistas de la historia están desperdigados, pero los Clinton siguen juntos.

Tal día como hoy, el 17 de enero de 1998, una página de internet dedicada a noticias, el Drudge Report (inglés), recogía cómo el prestigioso semanario Newsweek (inglés) había retirado una historia de Mike Isikoff sobre la relación íntima que el presidente Bill Clinton mantenía con una becaria de 23 años. Ahora, diez años más tarde el matrimonio Clinton se mantiene en el poder y con muchas oportunidades de gobernar Estados Unidos.

¿Qué fue de Mónica?

Tras algunos escarceos en televisión, a Monica Levinsky le dio por diseñar bolsos y venderlos por internet. Luego, Monica, hija de un prominente doctor judío radicado en Los Angeles, se recluyó en Inglaterra donde, en 2006, terminó un máster en sicología social en la London School of Economics.

Según su amiga Barbara Hutson, Mónica intenta llevar su vida al margen de sus problemas de juventud y ser "lo más anónima posible". Teme, según dicen, que Hillary llegue a ser presidenta porque eso volverá a traer a la memoria colectiva la figura de Mónica.

Es la gran villana de la historia, que ahora hace lo que puede por permanecer en el anonimato. Se hizo la cirugía estética para suavizar sus duros rasgos naturales y ahora parece que regenta junto a su marido una tienda de ornamentos navideños en un pueblecito no lejos de Washington.

Actualmente lucha por desaparecer. Es agente de la propiedad en Arkansas, pero siente que su historia no está bien contada. Por eso piensa que, quizá, va a escribir un libro.