Desde su llegada a los hogares españoles hace poco más de una década, internet forma ya parte de todos los ámbitos de nuestra vida. Y el mercado hipotecario no podía ser menos. Cada vez más españoles se decantan por la contratación de hipotecas en la Red, mucho más competitivas y fáciles de gestionar que los préstamos tradicionales.

La situación actual del mercado financiero, con una subida continuada de los tipos de interés, ha hecho que los usuarios busquen alternativas más asequibles para su bolsillo. Sin comisiones ni gastos de gestión, este producto –cuyas contrataciones crecen en torno al 30% cada año– se ha convertido en el preferido entre los usuarios de banca en la Red.

Ahorro y comodidad

El interés inicial suele ser también más ventajoso: entre medio punto y un punto más bajo que el de los préstamos tradicionales, incluso si lo comparamos con productos de la misma entidad bancaria. «Junto al ahorro, la otra clave del éxito de las hipotecas on line es la comodidad», apuntan en ING Direct.

Lo cierto es que una de las cosas que más valoran los usuarios es la posibilidad de tener un préstamo que pueden gestionar cuando quieran y desde cualquier ordenador, sin limitación de horarios, ni de día ni de noche, ni de disponibilidad.

También han ayudado a la generalización de las hipotecas on line la implantación de la firma electrónica –que facilita la realización de cualquier transacción a distancia– y el incremento de la seguridad en la Red –que ha hecho crecer considerablemente la confianza de los usuarios en los productos ofertados a través de Internet–.

El perfil de los clientes que contratan una hipoteca on line son jóvenes urbanos, muy familiarizados con el manejo de Internet y que cuentan con un alto conocimiento del mercado de las hipotecas, explica un responsable de iBanesto.com.

Cuidado con el ‘phishing’

El dinamismo de Internet hace que cada día surjan nuevos fraudes. Uno de los más temidos es el phishing, que consiste en el envío de correos engañosos, con copias de logos de entidades bancarias, que llevan a páginas que imitan la del banco. Su objetivo es conseguir información confidencial del destinatario. Para evitar el fraude, no hay que facilitar jamás esos datos por e-mail.

Tipos de entidades

Bancos on line.- No disponen de sucursales, sino de varias centrales utilizadas para dar soporte al negocio en Internet. El caso más conocido es el de ING Direct. Su ahorro en personal e instalaciones les permite ofrecer a sus clientes unas con-diciones muy ventajosas.

Filiales on line.- Son bancos que operan exclusivamente en la Red, pero que forman parte de un banco o un grupo bancario off line. Es el caso de Openbank, perteneciente al Grupo Santander, o Uno-e, del Grupo BBVA.

Bancos off line.- Aquí se incluyen los bancos y cajas de ahorro tradicionales que ofrecen sus servicios o productos también por Internet con condiciones más favorables, pero sin crear una entidad específica para ello.